EL INIGUALABLE CAMINO AL CIELO DE KANYE WEST
Nos hemos cansado de oír el nombre de Kanye en la prensa de espectáculos. Pero… ¿Sabías que es uno de los artistas más innovadores de esta era?
Kanye West es un tipo especial. Ególatra, controversial y con intensos delirios místicos.
Nos acostumbramos a relacionar su nombre con los tabloides, formó una familia con Kim Kardashian, la estrella de la familia más famosa de los Estados Unidos y ya es normal leer alguna declaración polémica de su parte.
Pero por sobre todas estas cosas, Kanye es un genio musical.
De su crianza en Chicago se pueden destacar tres cosas que luego serían vitales en su carrera: su profundo amor por su madre, sus raíces cristianas (aunque alguna vez las haya negado) y su extensa educación musical.
Kanye, también apodado Yeezy, comenzó a aparecer en la escena del Hip-Hop como productor, donde al poco tiempo encontraría a su mentor, Jay-Z. Para tener en cuenta el enorme peso de la figura de Jay-Z en el mundo del hip-hop norteamericano hay que tener en cuenta que su apodo es ‘HOVA’ (derivado de “Jehová”, creador de la Tierra).
Ya desde esta etapa, Yeezy sorprendió a todos por su capacidad de crear increíbles bases y canciones en base a samples, por lo que no tardó en concebir hits para los artistas del sello de Jay-Z, Roc-A-Fella.
Sin embargo, la verdadera aspiración de West era rapear y logró su chance al lanzar su primer álbum: The College Dropout.
Aquí se ve todo el potencial del joven de Chicago. Música con influencia gospel, soul y R&B en su máximo esplendor, con un innegable toque de excentricidad, ya que West no es un clásico rapero que habla de armas y strippers (aunque siempre formen parte del repertorio), sino que ya desde este álbum mostraba una aspiración mayor tocando temas sociales y culturales.
“Jesus Walks” fue uno de los temas que trascendió en su momento y que, al día de hoy, sigue siendo un tema muy característico de este artista. Una mezcla de sonido impresionante, que incluye cánticos tribales, un coro góspel y la primera asociación escrita de Kanye con Cristo, que promete que el profeta lo acompañará mientras toma por asalto al mundo de la música.
En cuanto a “Through The Wire”, esta placa tiene una historia muy particular. Un par de años antes de lanzar este disco, Kanye casi se mata en un accidente de tránsito. Una de las consecuencias fue que le tuvieron que reconstruir la mandíbula, generándole a Yeezy la idea de grabar esta canción aún con los alambres dentro de su boca, dándole un marco memorable a la canción.
La discografía del rapero continuó en la misma búsqueda musical, aunque para la llegada de Graduation (2007) algo cambió: Yeezy estaba preparado para dominar el mundo.
Kanye se metió en una disputa mediática con 50 Cent, quizás la contracara de la música popular del Rap. El oriundo de Chicago se mostraba interesado en la moda, en el mainstream y su nuevo disco prometía acercarse aún más al pop, mientras que 50 Cent era un fiel representante del gangsta-rap. Graduation de Kanye vendió más discos que el nuevo lanzamiento de 50 Cent, y Yeezy se consagró como nuevo estandarte de los charts.
Graduation es un disco que lo tiene todo. Colaboraciones con artistas como Daft Punk y Chris Martin (Coldplay), un sonido decididamente más comercial y mensajes claros sobre sus pensamientos y sentimientos en ese momento, incluso en los títulos de sus temas (“Champion”, “Stronger”, “Good Life”).
Incluso se da el gusto se afianzar su bromance con Jay-Z en “Big Brother”, prácticamente una carta de aprecio para su mentor.
Sin embargo, la muerte de su madre durante una cirugía estética marcó un antes y un después en la música de Yeezy. Para su siguiente album, 808s & Heartbreak, decide darle mucho lugar a los sintetizadores, al autotune y al sonido melódico. Este disco parece salido de los 80’s y puede ser interpretado como el principio de la conquista cultural de Kanye, así como el comienzo de sus colapsos mediáticos (Poco después de la salida del disco, ocurriría el infame episodio con Taylor Swift en los VMA’s).
Más allá de una recepción inicial mixta, este disco terminó por ser una influencia ineludible para muchos de los artistas de la escena. Sería difícil visualizar el éxito de Drake o Travis Scott sin el quiebre que marcó 808s & Heartbreak, un disco que infunde incontables emociones al apreciarlo.
La obra maestra.
Luego de un breve parate, Kanye West finalmente logra una obra maestra, un disco sin igual: “My Beautiful Dark Twisted Fantasy” es el momento culmine de la carrera del rapero. Aquí logra combinar su excelente talento para realizar capas de sonido con samples, con excelentes colaboraciones, que parecieran entender sus demonios incluso mejor que él.
¿Cómo explicar esto? West es un excelente artista, pero es aún un mejor productor. “All of the lights”, quizás uno de los mejores temas de la trayectoria de KW, cuenta con colaboraciones de grandes artistas como Alicia Keys, John Legend, Drake, Fergie, Elton John y Rihanna, entre otros. ¡Y estamos hablando de una sola canción!
La mejor forma de explicar este disco es diciendo que, aún para quienes no son fanáticos de este tipo de música, es el albúm ideal para entrar al género y comenzar a apreciarlo.
West personifica todos su imaginario en un compendio de canciones (y samples) que se balancean entre distintos géneros: desde la imposible armonía reflexiva de "Runaway" hasta la potencia de "Power", sin dudas este es el opus mágnum de la carrera de Kanye.
En 2013 llegó la siguiente creación del ahora marido de Kim Kardashian, Yeezus. Aquí ya no hay medias tintas, Kanye West quiere ser conocido como un innovador (que no puede ocultar su marcada grandilocuencia religiosa y ególatra).
En las antípodas de lo que se esperaba de él, el disco es crudo, agresivo y poco comercial. Pero eso no calla su contenido, que es más directo que nunca.
A pesar de no ser tan “fácil de escuchar”, Yeezus elevó a Kanye como figura indiscutida en Estados Unidos y también fue un aviso de todo lo que vendría (lo bueno y lo malo).
The Life of Pablo, el disco siguiente en su carrera, fue muy esperado por todo el ambiente de la música. El disco prometía ser trascendental, y realmente lo fue.
Kanye se animó a exponerse totalmente: todo su talento para la producción aplicado en componer música que expulsara sus sentimientos más personales, con un elenco de lujo (The Weeknd, Kendrick Lamar, Frank Ocean y su protegido, Chance The Rapper).
The Life of Pablo es conceptualmente góspel, con música espiritual como “Ultralightbeam” y “Father Stretch My Hands”. Es tanto música confesional (“Low Lights”, “Wolves”, “FML”) como reflexiva (“Real Friends” y la increíblemente ácida “I Love Kanye”).
Yeezy incluso se da el gusto de demostrar lo comercial y bailable que puede ser, aún en un álbum de este estilo, con “Fade”. Este tema tuvo un videoclip que fue furor, al igual que “Famous”, dónde finalmente tuvo su revancha artística sobre aquel incidente con Taylor Swift.
La gira de este disco lo tuvo todo. Una plataforma suspendida en el aire, apenas arriba de los fans, recitales extendidos, discursos en contra de Jay-Z y a favor de Donald Trump, hasta que muchos de los shows tuvieron que ser cancelados, por problemas de salud de Kanye (que luego derivaría en el propio Kanye declarándose bipolar).
Sobre todo lo dicho, no ponemos en tela de juicio la sanidad mental de Kanye West, ni su exagerada ambición. Tampoco cuestionamos su afición por la moda o sus delirios mesiánicos. Aunque respecto a esta última afirmación, nos rendimos ante la evidencia:
Musicalmente hablando, Yeezy va camino al cielo.
Update: En 2018 Kanye West lanzó 5 discos producidos por él para diferentes artistas (Daytona de Pusha T, Ye del propio Kanye, Kids See Ghosts con Kid Cudi, NASIR de Nas y K.T.S.E. de Teyana Taylor). También anunció (y postergó la salida repetidas veces) la llegada del sucesor de Yeezus, Yhandi. Sigue su camino al cielo.